Pendientes lapislázuli, amatista y plata

    Pendientes lapislázuli, amatista y plata

    Referencia: PENLAPAMA01
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    Pendientes realizados en lapislázuli, amatista y plata 925 mm. 

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    Pendientes realizados en lapislázuli, amatista tallada y plata 925 mm.

    Miden 5,5 cm de largo incluido el gancho.

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    El lapislázuli es considerado como la piedra del poder, sabiduría y realeza. Proviene de la mitología Egipcia, ya que creían que usando este cristal era posible conectarse con los dioses. Para los egipcios, el lapislázuli, era una piedra sagrada, hasta el punto de que solían crear sus escarabajos sagrados con ella, incluso aparecían incrustaciones de lapislázuli en el Ojo de Horus. También utilizaban el lapislázuli molido en polvo para usarlo como medicina.

    El lapislázuli nos ayuda a pensar y expresarnos correctamente. Armoniza nuestros pensamientos con nuestra palabras, por ello es útil en aquellas personas que por su timidez no son capaces de hablar como quisieran.

    El lapislázuli nos permite liberar rápidamente el estrés y nos ayuda a tomar consciencia de nuestros verdaderos problemas dándonos pistas para saber cómo solucionarlos.

    El lapislázuli se asocia al chakra tercer ojo.

    La amatista es la piedra por excelencia de la meditación, se la considera la piedra de la mente.

    Se dice que la amatista purifica y limpia la energía a todos los niveles: físico, mental, emocional y espiritual.

    Las intensas vibraciones de la amatista son capaces de conducirnos a un sueño armonioso alejándonos de las pesadillas. Facilita el sueño, el descanso y la sensación de paz.

    La amatista equilibra el cuerpo cuando hay alteraciones del sueño, siendo de ayuda en los casos de insomnio causados por una mente hiperactiva.

    La amatista tiene una faceta calmante y tonificante y es muy recomendable para tratar casos de estrés, nervios, ansiedad..., ayudándonos a superarlos y a recuperar nuestras energías.

    Las piedras grandes de amatista (drusas o geodas), se utilizan mucho en centros de salud, cuartos de meditación y salas de espera, ya que llenan el espacio con vibraciones relajantes, neutralizando la energía negativa y liberando la energía bloqueada.

    La amatista se asocia al chakra coronario.

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